Hipótesis2023-05-09T12:32:28+00:00

Hipótesis

H1. Existen diferencias notables entre las audiencias y los públicos participativos que la interactividad propia de las actuales tecnologías y formas de comunicación no llega a borrar. Las audiencias pueden reconocerse a partir de la construcción de los destinatarios previstos por los textos mediáticos, una previsión constantemente revisada por los medios y ajustada, modulada, de acuerdo al feedback de esas audiencias. En cambio, las dinámicas de los públicos participativos que tratan de incidir en los asuntos comunes son las propias de la formación de articulaciones y agrupaciones (asociaciones, plataformas, redes…) entre actores con diferentes grados de institucionalización e implican las
cuestiones de cohesión y conciencia de sí de la colectividad, de la configuración de un nosotros y de su línea de acción.

H2. Las dinámicas afectivas y emocionales son un factor fundamental en la conformación de audiencias y públicos participativos, en su desarrollo e incidencia en las esferas públicas, así como un elemento clave de su posible participación en las controversias. Las audiencias se caracterizan por compartir una emoción según una lógica distributiva, mientras los públicos lo hacen según una lógica agregativa, cohesiva. La movilización de emociones en las audiencias deriva en la generación de climas de opinión y/o disposiciones afectivas; mientras que en los públicos participativos la dimensión emocional es fundamento de vínculos, compromisos y acciones colectivas. Los públicos establecen acuerdos afectivos particulares que condicionan su composición, sus tipos de experiencia colectiva y sus modos de participación en el espacio público.

H3. Los públicos participativos se pueden caracterizar a partir de procesos específicos de atención, de investigación y/o experimentación y de mediatización.

H3.1 La atención hacia un problema y las formas de focalización implican procesos de atención mutua entre los actores y de construcción de un espacio de relación común a partir del cual el público participativo puede tomar conciencia de sí y definir su estrategia, así como las actividades específicas que quedan inscritas, por ejemplo, en redes sociales, discursos culturales e informativos, etc.

H3.2 La investigación y la experimentación son actividades fundamentales en el público participativo que trata de cuestionar el statu quo o la definición pública de un problema. Promover su perspectiva sobre el asunto requiere superar obstáculos y reunir una serie de condiciones, lo que no es un modo de experiencia pública fácil, ni una actividad habitual.

H3.3 La configuración del problema público está vinculada a las prácticas comunicativas de los públicos participativos incluido el uso estratégico de ‘media ensambles’ y repertorios mediáticos, que encauzan sus posibilidades de participación. Los actores interesados en la articulación o traducción de un problema público tienen que contar con las lógicas mediáticas, adaptarse, negociar o/y reforzar esas lógicas.

H3.4 Una forma privilegiada de intervención de los públicos participativos es generar controversias. A menudo las actividades de investigación y experimentación objetan la perspectiva sobre el problema que aparece como lugar de un consenso incuestionable que bloquea la controversia.

H4. Interacción entre medios, audiencias y públicos participativos

H4.1 Es factible analizar la interacción entre medios, audiencias y públicos participativos

H4.2 La relación entre audiencias, públicos y medios de comunicación es interdependiente: los medios indagan e incorporan las reacciones de los públicos y de las audiencias (su feedback, sus reacciones afectivas, intereses, etc.) y adaptan a ellas su producción discursiva, incidiendo estratégicamente en las políticas de afectos y valores. Inciden también las plataformas y medios en red que potencian las comunicaciones más cargadas emocionalmente. Paralelamente, los públicos participativos tratan de adecuarse, a través de la investigación y la experimentación, a las lógicas mediáticas imperantes para aportar sentidos nuevos a mayores audiencias.

H4.3 Es posible valorar el éxito performativo de la actividad del público participativo. Dicho éxito consiste en alcanzar y movilizar afectivamente a un sector más amplio de la audiencia en torno al problema ampliando el marco de los problemas comunes que son compartidos en el espacio público. Sirven como indicadores del logro el desplazamiento del discurso hegemónico como consecuencia de la incorporación de las perspectivas, valores y emociones propuestas.

H5. El público participativo habilita un campo de experiencias y prácticas culturales y comunicativas en el que se configura un territorio material y simbólico, una cultura común, a través de la estabilización de sistemas de sentido y valor, imaginarios, representaciones y enciclopedias particulares.